sábado, 27 de junho de 2009

Undeware

No todos los cuerpos son iguales
(donde algunos tienen el tacto
otros tenemos la memoria)
por eso un hombre pidió hablar.
  
Habló de otras costas,
de lugares que son ningunaparte,
de las curiosidades del lenguaje,
y de unas bolsitas de nylón
que se venden en Foz.
  
Saldo y, contraflor al resto,
le vi la cicatriz.
Al costado de la cara
una marca, quizá,
de un gesto insolidario
 
Se puso una sonrisa en el sombrero
y como un tirano
señaló la luna
 
             Como un sabio
             me dejó partir

( A veces los cuerpos se parecen
- reconocen –
aunque yo no tenga cicatrices en la cara)

3 comentários:

Anónimo disse...

uma cicatriz nunca está sozinha___

bruno vilar disse...

Maravilhoso. Sou um leitor recente do seu trabalho, Gabriela, e devo dizer que estou positivamente surpreendido.

Pedro S. Martins disse...

Gosto bastante. Bastante.