No todos los cuerpos son iguales
(donde algunos tienen el tacto
otros tenemos la memoria)
por eso un hombre pidió hablar.
Habló de otras costas,
de lugares que son ningunaparte,
de las curiosidades del lenguaje,
y de unas bolsitas de nylón
que se venden en Foz.
Saldo y, contraflor al resto,
le vi la cicatriz.
Al costado de la cara
una marca, quizá,
de un gesto insolidario
Se puso una sonrisa en el sombrero
y como un tirano
señaló la luna
Como un sabio
me dejó partir
( A veces los cuerpos se parecen
- reconocen –
aunque yo no tenga cicatrices en la cara)
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3 comentários:
uma cicatriz nunca está sozinha___
Maravilhoso. Sou um leitor recente do seu trabalho, Gabriela, e devo dizer que estou positivamente surpreendido.
Gosto bastante. Bastante.
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